Medios

100 años después: La supervivencia de la radio en Chile

A un siglo de su primera transmisión, la radio es el medio más confiable en el país, según una encuesta de 2021 del Consejo Nacional de Televisión. Sin embargo, enfrenta desafíos urgentes como la descentralización, la desconcentración de su propiedad, la necesidad de avanzar en innovación y la deuda con el público joven.

Rosa Devés, rectora de la Universidad de Chile, está de pie ante dos micrófonos. Uno de ellos, a la izquierda de un atril de madera, permite que su voz recorra el Salón de Honor de la Casa Central de ese plantel, colmado de representantes del gremio radial. El otro, en el costado opuesto, es igual a los que se usan en los locutorios: un símbolo de lo que se conmemora hoy, 19 de agosto, a un siglo de la primera emisión radiofónica del país. “Es un orgullo rendir homenaje a quienes aportaron tan significativamente a este desarrollo tecnológico de grandes implicaciones sociales, así como a quienes hoy hacen radio en Chile”, dice Devés.

La historia de la radio nacional comenzó justo 100 años antes, el 19 de agosto de 1922, en ese mismo edificio. Cerca de las 21:30 horas, Enrique Sazié, un estudiante de Agronomía, y Arturo Salazar, profesor de Electrotecnia, lanzaron al aire el proyecto que venían desarrollando hace meses. “A contar de este momento, iniciamos la primera transmisión radiotelefónica experimental en Chile. Hoy es un día histórico para nuestro país”, se oyó decir a Sazié en el receptor instalado en las oficinas del diario El Mercurio, a menos de 800 metros de la Universidad de Chile.

Sazié no sospechaba que, un siglo más tarde, la radiotelefonía seguiría siendo uno de los principales medios de difusión en todo el territorio.

Rol social

Los años ’30 vieron el nacimiento de más de 70 emisoras en el país, entre ellas las radios Cooperativa y Agricultura, que funcionan hasta hoy. Gracias a la diversidad de las radios en el país, la ciudadanía tuvo acceso a noticias nacionales —como el terremoto de Chillán de 1939— e internacionales, como la Segunda Guerra Mundial.

En la década de 1960, a 40 años de su inicio, la radio local enfrentó su primer gran desafío: la llegada de la televisión a Chile. Años más tarde, sin embargo, se comprobó que, a diferencia de lo que se creía en la época, la TV no terminó con la radio, que supo suplir las demandas no cubiertas por el nuevo medio.

A lo largo del tiempo, la radio tuvo que enfrentar episodios históricos que pusieron en peligro la libertad de expresión: tras la el golpe de 1973, la radiodifusión sufrió los efectos de la censura. Radios como Corporación, Magallanes y Luis Emilio Recabarren, opositoras al régimen y adherentes a Salvador Allende, fueron clausuradas. “El diario de Cooperativa” es recordado como uno de los primeros informativos en denunciar las violaciones a los derechos humanos y en cubrir las protestas contra la dictadura cívico-militar. Según el libro 100 años de la Radio en Chile, este fue el único medio que en aquella época ofreció información instantánea y creíble.

Patricio Cuevas, conductor del programa “La ley del rock” en radio Futuro, recuerda el terremoto de 2010 como uno de los hitos más recientes en el cambio del uso de la radio. “La gente se dio cuenta de que no había televisión, de que no podía llegar a ninguna parte porque los caminos estaban cortados, y que todo Chile estaba fracturado con este terremoto”, dice. “La radio fue la que llegó primero no solamente para informar lo que estaba pasando, sino también para buscar a las personas que se habían perdido. Hubo un rol social de la radio que habíamos dejado de lado y que se renovó”.

La era digital

Créditos: Pixabay

Según la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI), un estudio de la Secretaría de Comunicaciones y Cultura de 1996 estableció que la radio atravesaba entonces por uno de sus mejores momentos. Tanto así que, entre 1990 y 1995, la cantidad de emisoras en el país era de 723.

Con la masificación de internet, en los 2000, se abrieron nuevas posibilidades de digitalización. “Esto nos permitió llevar los programas a cualquier rincón de Chile y el mundo. Descubrimos una cantidad impresionante de gente que está radicada en el extranjero y que utiliza este mecanismo para estar al tanto de lo que ocurre en el país”, dijo César Molfino, expresidente de la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI), en una entrevista de 2009 para el libro La radio en Iberoamérica: evolución, diagnóstico, prospectiva.

Hoy, la mayoría de las radios online ha abierto la opción de ser escuchadas en diferentes plataformas y, con la masificación del podcast, es posible acceder a programas en el horario que a la audiencia le acomode. De hecho, según la Encuesta Pod 2022, que incluyó a Chile en su muestra, 70% de los consumidores de podcasts aumentó su tiempo de escucha a partir de 2020. Ese mismo año, revela el estudio, la mayoría de los encuestados empezó a escuchar por primera vez podcasts, período que coincide con la implementación de medidas de confinamiento para evitar contagios por COVID-19.

Cancha dispareja

Leonardo Mora, locutor en radio Meridional, una emisora de Punta Arenas, dice que uno de los desafíos es la falta de independencia y de mirada local del producto. “Los conglomerados con inversionistas extranjeros le quitaron identidad y alma a las radios chilenas. Si uno escucha una radio de conglomerado, se dará cuenta inmediatamente de que sus estructuras son las mismas, se repiten y se copian tanto en Chile como en otros países”, opina. Mora explica que esto es como un producto en serie que en algún minuto saturará al oyente. Por lo mismo, cree que es necesario que las radios vuelvan a tener autonomía para así innovar en la estructura y los contenidos que ofrecen.

Actualmente, en Chile hay tres grandes grupos radiales. El más reconocido es el consorcio español Iberoamericana Radio Chile, que concentra 70% de las antenas en Chile y es dueña de 10 radios: Concierto, Activa, ADN, 40 Principales, Imagina, Pudahuel, Futuro, Rock & Pop, FM Dos y Corazón. Los otros son el grupo Luksic (T13,  Horizonte, Oasis, Play y Sonar) y el Grupo Bethia (Infinita, Romántica, FM Tiempo, Disney y Carolina).

Mientras las radios privadas se financian principalmente a través de frases y anuncios radiales, las radios comunitarias deben recurrir a la misma comunidad para subsistir, pues la ley de radios no les permite emitir publicidad por ser consideradas de “mínima cobertura”.

Foto de Drew Patrick Miller en Unsplash

Patricio Cuevas cree que otro de los obstáculos para el desarrollo de este medio es su conservadurismo. “Conozco muy bien el mundo de la radio por dentro, y es muy conservador. Me imagino que los medios tradicionales son todos iguales, reacios a la proyección del cambio. La radio tuvo 15 años para darse cuenta de que venía un cambio digital y no hicieron nada”. En consecuencia, explica, la radio no ha podido conquistar a un público juvenil de manera masiva. Un estudio publicado por Cadem en enero de 2022 evidencia que los baby boomers (56 a 71 años) y la Generación X (41 a 55 años), en conjunto, suman 66% de los encuestados que escuchan radio regularmente. En cambio, solo 11% pertenece a la Generación Z (13 a 23 años).

En igualdad de género, eso sí, ha habido avances. Según María del Carmen Rodríguez, directora de radio Duna, la presencia femenina en la emisora “siempre ha sido bastante importante, en el aire y tras bambalinas”. Duna, cuenta Rodríguez, es una radio en la que las mujeres siempre han tenido un rol importante. “De hecho, la directora es mujer, la editora también y buena parte de las periodistas que trabajan acá”. El área deportiva está a cargo de una de ellas. Y si bien reconoce que es una situación aún inusual, “Duna siempre ha tratado de ir adaptándose a los tiempos”.

Lo mismo comenta María Sandoval, directora de Meridional y secretaria de Chile Voces, una asociación de artistas de la voz que incluye a locutores y actores de doblaje. Dice que en las dos organizaciones de la que es parte hay una mirada de género muy activa. “Tratamos de hacer muchas entrevistas a mujeres importantes de distintos rubros e incluso tenemos secciones de ellas en nuestros sitios web”.

El centralismo, en tanto, es aún un problema latente en este medio. Sandoval plantea que “las radios de Santiago tienen oportunidades que las radios de regiones jamás tendrán”. Y da un ejemplo  sobre las frases publicitarias: “En radios de la capital, uno de estos auspicios puede costar $20.000, mientras que ese mismo anuncio en regiones lo pagan a $5.000”.

Sin embargo, algunas radios nacidas en regiones lograron sobreponerse a este problema. Como explica Cuevas,  “Radio Bío-Bío y Cooperativa han sido competitivas para reproducir esa comunicación ciudadana importante de manera descentralizada”. La clave parece estar en que tienen una fuerte incidencia en el soporte digital. Radio Bío-Bío, además, ha comenzado a entrar en la televisión mediante Bío-Bío TV, lo que podría explicar por qué sigue siendo la radio más escuchada en el país, tanto de manera análoga como digital, con 16,5 % de la audiencia, seguida por ADN Radio (10,6%), Carolina (8,8%) y Cooperativa (8,4%), según el estudio de Ibope Media de este año (2022).

Lo que viene

Los 100 años de la radio no le han quitado vigencia a este medio de comunicación, a pesar de la irrupción de otras plataformas noticiosas como la televisión, internet y las redes sociales. Así lo confirma una encuesta realizada por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) en 2021, donde la radio se consolidó, con 69% de las menciones, como el medio de comunicación más confiable.

“La radio es el soporte de personas que sentimos más cercanas”, dice Eduardo Fuentes, conductor de TVN y locutor de la radio digital TXS PLUS. “Es inmediata, tangible”.

Pero todavía debe superar barreras, comenta Pablo Fontena, sonidista de V240 Radio: “Tiene que migrar a un formato mucho más simple que considere a los auditores como una pieza fundamental dentro de esto: no solamente gente que está escuchando radio, sino que también participe, que haya interacción, que pueda intervenir en lo que está sonando”.

“El desafío está en la génesis: en la creación de programas y de contenidos únicos e irrepetibles”, dice Fuentes. Añade que, si bien la música sigue siendo un “gancho” para captar audiencia, también hay una competencia fuerte por los nuevos formatos como el podcast y la programación a la carta frente a los estrenos en vivo. “En vez de verlos como enemigos, mejor verlos como complementarios”.

María del Carmen Rodríguez, de Duna, cree que la radio seguirá existiendo, dado que la digitalización ha hecho más fácil la labor. “La historia ha demostrado que los medios de comunicación no van a desaparecer nunca. Solo es cuestión de estar abiertos a los nuevos hábitos para que los medios se adapten y sigan operando”, comenta.

Leonardo Mora, de Meridional, está de acuerdo. “La radio jamás va a morir, porque es magia. Nos envuelve, nos transporta y nos hace soñar”.

*Este artículo fue hecho como parte de la práctica electiva Museo de Prensa, asignatura que imparte la profesora Andrea Lagos.

V240 Radio

Este año, la radio de la Escuela de Periodismo de la UDP, V240, presentó una nueva programación, a cargo de 20 estudiantes.

El origen del relanzamiento fue el curso de Periodismo Radial de 2021, donde algunos estudiantes se interesaron por este formato y crearon sus propios programas. Desde la Escuela de Periodismo vieron potencial y mantuvieron los espacios. Este año, se hizo un llamado a los alumnos de todas las generaciones para que presentaran sus ideas.

El proceso de postulación fue a través de una convocatoria por correo electrónico, dice la estudiante Micol Parra, integrante del podcast “Qué se teje”. Ella y su equipo enviaron el nombre y la descripción del programa, fueron seleccionados y, a continuación, tuvieron que empezar a grabar. “Fue algo que superó nuestras expectativas, porque postularon más de 25 proyectos”, cuenta Pablo Fontena, sonidista de V240 y encargado de apoyar a los estudiantes.

Para Gazi Jalil, director de la Escuela de Periodismo, el objetivo de este proceso es que “la radio genere cada vez más interés, se consolide y pase lo que pasa hoy en nuestro medio Vergara 240: que para alumnos y alumnas sea un privilegio participar ahí”, explica en un artículo para Vergara 240.

“Se trata de congregar a estudiantes de la carrera y darnos la oportunidad de tener un programa radial con el contenido que nos guste. La única condición es ser constantes en ir a grabar en un horario fijo un día por semana”, cuenta Camila León, estudiante de la UDP, quien conduce “¿Qué pasa, Cami?”.

Créditos: Vergara 240

A los estudiantes se les asigna una productora y se les agenda tanto una sesión de fotos como la grabación de separadores o piezas grabadas y editadas para su posterior locución. “(Los podcasts) tenemos un bloque fijo en el que vamos a grabar”, dice Micol Parra. “Es una oportunidad para poder crear un poco más de identidad dentro de la comunidad portaliana”.